Porque leo, por que escribo¿Me preguntas por qué compro arroz y flores? Compro arroz para vivir y flores para tener algo por lo que vivir.
Confucio
Desde que la nada abre sus ojos en un infinito atrás que son quintillones de años o seis minutos, todo tiene dos caras, dos facetas. La luz y la oscuridad se presentan en distintas porciones, en algunos casos la luz es más disimulada o en otros casos se pronuncia claramente o se mezclan precipitadamente y es difícil de distinguir. El mundo moderno nos presenta claramente el advenimiento de la decadencia y el caos; un cambio de vibraciones negativas.
¿Cuál es la luz?La luz reside en esos rincones incorruptibles por el egoísmo humano; las amistades, un paisaje, un libro, un detalle particular, una emoción, un recuerdo, etc. La mayoría de estos rincones reside en la mente, y en su gran artificio: la imaginación. La mejor cura contra el aburrimiento y la depresión entre incontables dolencias mundanas cuya cura es el sueño colorido, el crayón que colorea lo que no tiene color por que pereció.
Qué demás está día a día la frase "Pone los pies sobre la Tierra" ¿Para qué dejar los pies sobre la Tierra excesivamente si uno tiene, encuentra, la posibilidad de flotar en un aire puro donde nuestra ciudad es un bosque o una montaña idílica, o una casa enclavada a los pies de un lago de aguas diáfanas?
Por eso yo leo, yo sueño, yo trato de escaparme del verdadero mundo delirante y encontrar refugio evocando el nostálgico pasado, el consuelo en una hoja, la vicisitud de una fantasía que son, como dice Spinetta
“Jardines de un lugar, que jamás despierto encontrará”. Es brevemente por estos fundamentos que soy un asiduo defensor de la idea maravillosa. Tampoco se queden a vivir en esas mansiones de ensueño porque caerían al merced del delirio. El respeto por la vida siempre ayuda. Una conversación amistosa, una risa, una fuerte emoción también son salvavidas cuando nos ahogamos en la banalidad absurda.
¡Pobres de nosotros cuando nuestros árboles fuesen incendiados, cuándo el verde no sea de un paisaje boscoso sino un billete efímero, cuándo respiremos azufre y bebamos alquitrán, cuando una calle sea sólo una calle y no una galería de colores que no existen!
El sueño, la imaginación, la escritura, la música, la representación, la pintura son diversas apologías del arte. Son otros espacios oxigenados de los que agraciadamente nadie (casi nadie) escapa. Menos que dejar de agitar nuestras pequeñas alas de diamante debemos rendirnos en la hermosa guerra que es la vida.
Nuestro mundo se cae. Salvémoslo. El cambio empieza por uno mismo.