Hay, Horacio, cosas en el cielo y en la tierra que tu filosofía no puede comprender.
Hamlet
Ash Nazg durbatulûk, ash Nazg gimbatul, ash Nazg thrakatulûk agh burzum-ishi krimpatul

martes, 1 de junio de 2010

Timidez

Siento tantas ganas de hablarte

de susurrarte en tu delicado oído

pájaros exóticos y valles húmedos

pintarrajeados de un verde profundo

Pero una muralla que crece veloz

traslucida como la desesperación invisible

nos separa en continentes inalcanzables

y lejanos miramos al océano

que en sus agitadas corrientes nos contactan

en su soledad de cafés y criaturas fantásticas;

nos susurra relatos y fábulas su voz picada

ese puente cuelga de sogas llovidas y sirenas danzantes

En el ocaso donde el naranja Sol muere

y estalla sórdidamente

la muerte me seduce para palpar tu mano.


Me precipito entre labios de sal y ojos de coral

buceo entre drakares y galeones de cristal

me aferro al fondo del iceberg silencioso y agonizante

fundo mi mano en el tridente de Poseidón

y al fin veo la nitidez de tu rostro

de tu boca emanaban diamantes oníricos

La muralla estalla

y acepto

emocionado, entre mis lágrimas de un amor

que, es el instante volcánico y la ansiedad constante,

la tragedia de lo trivial

Acepto, abnegado a mi suave destino

el compromiso de la bella muerte.


December dû 2009

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